viernes, 26 de febrero de 2010

Hombres sabios, ¿Qué opinais?

Cuenta la fábula que algunos hombres sabios se reunieron con el propósito de crear a la mujer ideal. Se sentaron en una mesa larga y rectangular. Votaron y después de unas cuantas horas decidieron que ese prototipo tendría el pelo de Penélope Cruz, los ojos de Megan Fox, la nariz de Michelle Pfieffer, los labios de Angelina Jolie, los pechos de Scarlett Johansson, la cola de Jessica Alba y las piernas de Demi Moore.

Una vez terminado el apunte, lo pasaron en limpio y se lo dieron a un cirujano para que cree a la mujer ideal. Cuando los sabios encontraron la obra terminada descubrieron que no habían creado a la mujer idea, sino a la novia de Frankenstein.

Algunas mujeres se toman al pie de la letra esta fábula. "Modelo en mano, no vacilan en aumentar sus pechos y sus labios, en modificar las formas de sus colas y el color de sus ojos. Se construyen y reconstruyen las veces que sea necesario", comenta el escritor Vicente Battista.

"Poco importa su edad, pueden ser jovencitas de no más de veinte años o establecidas señoras que han superado los cincuenta", agrega.

Tendríamos, las mujeres, que compartir gran parte de la responsabilidad con los hombres. Son ellos los que buscan curvas. Su ideal de mujer tiene entre 18 y 30 años, pelo largo y formas marcadas.

"Lo que está claro es que a todas las mujeres las motiva la misma y apasionante empresa: ser la mujer ideal", finaliza Battista.

jueves, 25 de febrero de 2010

Somos como somos

"Veteranos del pánico, optimistas con reparos, fanfarrones familieros, amantes de la televisión aunque fieles a la radio". Una encuesta realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), allá por los 90, tenía como fin hacer un perfil de cómo es y cómo se ve el argentino promedio. Participaron más de mil personas: hombres y mujeres de entre 15 y 69 años, de todos los niveles socioeconómicos, de la Capital, el Gran Buenos Aires y las principales provincias del interior.

Los resultados dejaron en claro que el argentino se preocupa por la corrupción, la desocupación, la inseguridad y se define como familiero y amistoso. Pero los que vienen de afuera nos definen como chantas, soberbios, engreídos, improvisados y tacaños.

"Así somos los argentinos. Iguales al resto de los mortales. Lo que quizás nos diferencia de otros pueblos es la necesidad obsesiva que tenemos de explicarnos cómo somos", define el dramaturgo Roberto Cossa.

Otro aspecto que destacaba la encuesta es que los argentinos son bastantes tradicionales a la hora de pensar en el hombre y la mujer ideal. Ellos las prefieren jóvenes y con curvas. Ellas los quieren maduros y con buena situación.

"Democráticamente inmaduros, crecientemente apolíticos, sexualmente correctos... ARGENTINOS".

Es que la radiografía muestra que el argentino promedio es muy casero, prefiere la compañía de la radio, no perdonaría la infidelidad aunque opina que el adulterio aumentó en la última mitad de siglo. Descree absolutamente de los políticos y se siente huérfano frente a un Estado cada vez más ausente. Repudia la violencia, se considera mucho más apolítico que sus padres y abuelos, agradece al periodismo su papel de denuncia contra la corrupción, pero critica a los medios de comunicación por su creciente sensacionalismo. No están contentos con el mundo que les toca vivir pero, de volver a nacer, elegirían ser argentinos.

martes, 23 de febrero de 2010

Deseo

Él notó como ella le sonreía con tanta ternura que no pudo hacer más que caer rendido ante su encantadora sonrisa. Sabía que ya no podía volver atrás.
Ella se le sentó arriba, primero pasó una pierna por encima de las suyas, se acomodó y después le puso sus brazos alrededor del cuello.
Él aprovechó la estrepitosa reacción y comenzó a desprenderle uno a uno los botones del vestido que tan bien definía su cuerpo.
Ella, sin pensarlo y un poco atolondrada, le sacó la camisa. Él la ayudó y se desprendió los botones del pantalón. Sentían como sus cuerpos desnudos se fundían en el deseo y la pasión.
Él, al ver que ella no se movía, la separó lentamente de su pecho y, sin soltarle las manos, la miró a los ojos y comenzó a besarla.
Siguió besándola y la soltó con un ímpetu brutal, posó sus manos en su espalda hasta llegar a sus muslos, los cuales transitó de abajo hacia arriba, a la vez que mordisqueaba su cuello.
Ella sentía como las manos avanzaban, raudas y precisas, abriéndose paso por debajo de las faldas, hacia el centro de sus piernas.
Él perdió el sentido de la vista y pensaba que el del tacto también se le rebelaba.

viernes, 19 de febrero de 2010

Pasión

Él la esperaba en su Citroen. Ella bajó las escaleras del edificio con cuidado, corrió hacia el auto, subió y le dio un beso cerca de la boca.
Rubí lo buscó con los labios recién pintados, pero él no tuvo mejor idea que preguntarle a dónde quería ir.
Afuera, la lluvia se hacía cada vez más intensa. Rubí estaba inquieta, quería seducirlo y se fue acercando poca a poco sin responder la pregunta.
El beso llegó, fue largo y apretado. Él apoyó la cabeza contra el vidrio de la ventana y comenzó a abrirle el cierre de la falda.
Una vez que logra deshacerse de la blusa y el corpiño se da cuenta que la falda no cedería y no siguió insistiendo. La aferró contra su cuerpo y comenzó a pasarle ambas manos por las piernas.
Ya había perdido la timidez y volvió a apretar sus labios contra los de ella y no bajó la cabeza hasta mucho después, cuando se abrió el cierre de la bragueta y estuvo seguro que todo iría bien.
La tomó de la cintura, esta vez para despegársela de la boca y poder posarle los labios en sus pechos. La llenó de besos y mordiscos. Rubí dio un salto y se golpeó la cabeza contra el techo.
Se quedaron unos minutos así, quietos, sin moverse. A ella no le quedaban rastros de rouge en los labios, pero seguían tibios y carnosos.
Él intentó pararse, pero ella volvió a iniciar el juego, todo en una agitación anhelante. Rubí lo buscó suavemente, le ofreció nuevamente sus labios y el coche se balanceó bajo la lluvia por varias horas.

jueves, 18 de febrero de 2010

Animarse a más


"La vida no se mide por el número de veces que respiramos, sino por los momentos que nos dejan sin respiración", visto en el parque Stanley, en Vancouver, Columbia Británica.
¿Cuántas veces te dejaron sin respiración? Y ¿cuánto tiempo se vive encerrado en la necesidad?
Los deseos, el amor y el sufrimiento te modifican y es ahí cuando la pregunta a responder es si realmente hiciste lo esencial para ser feliz.
Vivimos con miedo al fracaso, a los cambios, a lo nuevo, miedo a todo lo que para el resto está mal y sin querer dejamos de lado lo que sentimos para terminar haciendo lo que al otro más le gusta.
Ojo, no todos son así. Están los que no se dejan influenciar, los que a diario se la juegan por lo que quieren, por lo que les hace bien.
Y si todavía no te quitaron la respiración tendrás que dejar de lado los prejuicios y hacer lo que sientas en ese momento, porque la vida no dura una eternidad ¡Ya quisiera!
Para vivir cada día mejor tenemos que aceptarnos, saber separar lo que nos gusta y lo que nos hace daño. Dejar atrás viejos hábitos es otra forma de volver a empezar. Porque sabemos cuando una relación se terminó, cuando una amistad no da para más o cuando el trabajo cumplió su ciclo, sólo hace falta tomar una decisión, jugársela.
Cuando ya no sentimos que los momentos nos quitan la respiración debemos cambiar, para saltar y soltar lo que nos impide seguir.
Algunos se la juegan y otros siguen insistiendo.Al principio, soltar y decidir romper con una relación es traumático, pero con el tiempo nos damos cuenta que fue lo mejor para los dos. "El tiempo lo cura todo", y si no lo cura por lo menos nos hace ver las cosas más claras.
Tenemos que empezar hoy, nada de "lo hago mañana" ¡No! Es hora de que cada uno se haga cargo de su propia felicidad. Ya no vale el hacerse el distraído y creer que más adelante las cosas van a tomar su curso y dirección. Si no ayudamos a que nuestra calidad de vida sea cada día mejor, después no le echemos la culpa de nuestra infelicidad al otro.
No podemos detener el tiempo, nuestro crecimiento. Somos lo que tenemos y queremos, sólo hay que arriesgar para ganar y pedir cuando sea necesario, porque si no se pide, es poco probable que se consiga. Parece muy sencillo, sin embargo, por alguna razón a las personas les cuesta pedir.
Si te cuesta pedir o cambiar ten presente que la ilusión es el mejor comienzo para emprender un camino.





miércoles, 17 de febrero de 2010

Un ritmo diferente

La adolescencia, período entre los 13 y 19 años, es la etapas más agresiva por las que tiene que pasar una persona, y nadie está librado de ese acontecimiento largo y duradero.
"Un periodo en el que se experimentan cambios que conducen a la restructuración de la imagen corporal y del concepto mismo y, de este modo, se inicia una extensa y apasionante etapa que desembocará en la conformación de la propia identidad", cita extraída de un libro de Salud y Adolescencia con el cual se les enseña a los jóvenes a cerca del cuerpo, la mente y el ambiente de un individuo.
La cita no está errada con respecto a lo que pasa en la realidad porque siempre hay dos caras, dos formas de ver un mismo acontecimiento. La primera, en este caso, es preguntarse cómo se sienten los adolescentes que constantemente cambian sus hábitos: están dispuestos a experimentar cosas nuevas, se acrecienta cada vez más su imaginación, algunos comienzan a tener responsabilidades (que se convierten en obligaciones), llegan nuevas amistades y con ello nuevos lugares.
La segunda pregunta es cuánto influye en sus decisiones lo que piensan u opinan sus amigos, lo que pasa a su alrededor, lo que les sucede a sus más íntimos. El miedo a equivocarse, la negación al fracaso y la falta de comprensión son algunas de las cosas que aqueja y reclaman los jóvenes.
Todos los días hay un nuevo reto, una valla alta que cuesta saltar. Se comienzan a elaborar proyectos de vida, lo que cada uno escoge para su futuro y un claro ejemplo de eso es la amistad. Con quien más hablo, con el que comparto gustos, con la o el que más me identifico. Porque es en la adolescencia cuando se busca un aliado, un cómplice, alguien en quién confiar.
La soledad es el problema más grave que suscita por la mente de adolescente. Se sienten abandonados e ignorados, por eso buscan amigos porque cuanto más tengan mayor será su felicidad. Lograrán sentirse queridos, importantes y dejarán de lado el inconveniente del abandono.
La comprensión es otro factor que juega un papel importante. Sienten que sus padres no los entienden, las peleas se multiplican por mil y no encuentran una salida.
Y si bien éste es el tema del adolescente, la sexualidad es un desafío que un joven debe amoldar. Para ese entonces las dudas son muchas, los mitos aún más y sólo hay una forma de comprobarlo: hay que probar. "La sexualidad forma parte del desarrollo normal del niño y el adolescente", explica Gregorio Marañon, médico y escritor español, en su libro Ensayos sobre la vida sexual (1951).
"Los patrones sexuales son hábitos que se adquieren y que tienen diferencias individuales, en función de las características personales, la experiencia previa y el ambiente cultural en que se desenvuelve el individuo", finaliza.

viernes, 5 de febrero de 2010

Adicta a ti

No sé si lo llamaría poema, ya que un poema es una obra en verso o de género poético. Lo mío es un simple relato de lo que a veces sentimos cuando estamos enamorados.

Adicta a ti
A tu voluntad
Al tacto de piel
A tus manías
A tus encantos y desventuras
A tus caricias y admiración
A tus besos, a tu sabor.

Es que desde que te conocí me volví vulnerable
Me duele celarte y pensarte con otra persona
Ya no sé quién soy
Sólo sé que ya no soy mía, sino tuya
Y que todo lo mío te pertenece.

No me dejas ni pensarte, soñarte o amarte
Te apoderas de mis sentidos y conviertes mis celos en manías
Mi diversión en obsesión
Y mi pasión en amor.

A tu lado aprendí lo que es estar pendiente de una persona
Y no sé si la enseñanza es buena o mala
Sólo sé que lo aprendí de ti
Porque eres culpable de todo lo que soy
Porque vivo adicta a ti.

jueves, 4 de febrero de 2010

Sentimientos femenimos

Una mujer enamorada siempre está un paso más adelante que su pareja ¿Los motivos?, porque no puede evitar proyectarse en un futuro común con el hombre a quien verdaderamente ama y es ahí que mientras ellos van despacito, nosotras ya estamos en la vereda de enfrente esperándolos con el vestido de novia y el ramo en la mano.
Una mujer idealiza y forma un futuro que le es ajeno. Por empezar, todas creemos o esperamos alguna vez al príncipe azul y no llegó ni llegará, pero soñamos, somos soñadoras.
La que se despierta y sabe que tiene que hacer mil cosas, la que encuentra un tiempito para ir a visitar a una amiga, la que llora cuando ve una película romántica, la que siempre tiene una abrazo y un te quiero guardado bajo la manga, la que está preparada para la ocasión y la que no puede estar distante de quien ama.
Están colmadas de sentimientos, llenas de pasión, dulzura, cariño y, por sobre todas las cosas, superadas de amor. Saben lo que dan, a veces les cuesta dejar lo que tanto les costó conseguir, pero están preparadas para los cambios, para las cosas nuevas. Por eso quieren, el día de mañana, casarse, tener hijos y ser felices.
"Qué hubiera escrito Neruda, qué hubiera pintado Picasso si no existieran musas como ustedes, mujeres", escribiría Arjona para darle más credibilidad a estas líneas.

miércoles, 3 de febrero de 2010

"Escribir es cortar"

Lo dijo el escritor mexicano, Juan Rulfo y posiblemente su frase sea cierta porque cuando escribimos contamos y cortamos.

Primero, pensamos una idea, nos preguntamos qué queremos contar y después, a medida que se nos van ocurriendo nuevas ideas, separamos lo más importante y borramos lo que carece de interés.

Y de eso se trata, de escribir, de contar una historia, de compartir las cosas que nos pasan. Plasmar en una hoja en blanco lo bueno y lo malo nos ayuda a dejar de pensar siempre en un mismo tema.

Aunque trato de pensar y se me vienen cientos a la cabeza, los contenidos de este blog no serán más que palabras.

Traté de hacer una "carta de presentación", pero creo que fracasé. De ahora en más sólo me dignaré a contarles un poco lo que pasa a mí alrededor. Sean todos bienvenidos a este maravilloso mundo de cosas y hechos irreales, fantasiosos y hasta inventados...