Una mujer enamorada siempre está un paso más adelante que su pareja ¿Los motivos?, porque no puede evitar proyectarse en un futuro común con el hombre a quien verdaderamente ama y es ahí que mientras ellos van despacito, nosotras ya estamos en la vereda de enfrente esperándolos con el vestido de novia y el ramo en la mano.
Una mujer idealiza y forma un futuro que le es ajeno. Por empezar, todas creemos o esperamos alguna vez al príncipe azul y no llegó ni llegará, pero soñamos, somos soñadoras.
La que se despierta y sabe que tiene que hacer mil cosas, la que encuentra un tiempito para ir a visitar a una amiga, la que llora cuando ve una película romántica, la que siempre tiene una abrazo y un te quiero guardado bajo la manga, la que está preparada para la ocasión y la que no puede estar distante de quien ama.
Están colmadas de sentimientos, llenas de pasión, dulzura, cariño y, por sobre todas las cosas, superadas de amor. Saben lo que dan, a veces les cuesta dejar lo que tanto les costó conseguir, pero están preparadas para los cambios, para las cosas nuevas. Por eso quieren, el día de mañana, casarse, tener hijos y ser felices.
"Qué hubiera escrito Neruda, qué hubiera pintado Picasso si no existieran musas como ustedes, mujeres", escribiría Arjona para darle más credibilidad a estas líneas.
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